jueves, 23 de agosto de 2001

A LAS ORILLAS DEL SAR

A LAS ORILLAS DEL SAR

A las orillas del Sar
me comí un plátano
y vi la puesta de sol.
Y me supo buenísimo todo
porque venía caminando
desde Cambados
en un día caluroso de agosto.
También me acordé de Rosalía
a las orillas del Sar,
y vi brillar en sus tranquilas
ondas metálicas
la magia de la poesía
que pasa, como pasa el agua
a las orillas del Sar.