sábado, 17 de abril de 2004

NO MAS QUE PALABRAS

NO MAS QUE PALABRAS

Son palabras de aire
lo mejor que te he sembrado.
Muchas palabras apresuradas
en campos de silencio
y laberintos de cosas espontáneas.

Aire han sido
como la música,
y como el alma transparente
de los niños.
Aureola inaprensible,
sueño infinito,
deseo ingenuo,
juramento amable.

Palabras han sido
que ocupan poco
para lo que dicen.
Que brillan y no las toco.
Que anuncian
y a veces te defraudan.

Otras cosas más sólidas
he tenido en el aliento:
la estatura, la sonrisa,
los defectos, las manías.
Y muchas cosillas almacenadas
y paredes pintadas de futuro.

Pero hoy sólo pienso
en las malditas palabras queridas.
Porque ellas son eternas
como la distancia
como el vacío
como el aire
como la música.

Hechos mas que palabras
están reclamando el momento
y este juramento de respeto y amor.
Estoy de acuerdo.

QUE NO PASE NADA

QUE NO PASE NADA

Estar contigo
y que no pase nada.
Hablar poco
y mirar los dos a la vez
alguna cosa hermosa.
Yo quisiera
respirar despacio
acompasado a tu respiración
y pasar el día entero
mirando la curva del sol
en un horizonte tuyo y mío.
Yo quisiera
no tenerte qué contar.
Que lo supieras todo de mí.
Tan sólo respirar despacio
tú y yo, acompasados,
sin reloj,
sin decir nada innecesario.
Mirando al sol
y que no pase nada.

EL BOLETITO

EL BOLETITO

Yo tenía
un boletito
de lotería.
Que me tocaba,
que me tocaba,
todos los días.
Yo lo miraba
y lo besaba,
y me tocaba,
y me tocaba,
todos los días.
Pero nunca
lo consumía.
El boletito
no lo perdía.
Iba conmigo
en el bolsillo.
Ni lo enseñaba
ni lo gastaba.
Mi boletito
siempre tocaba.

Él me ponía
una carita,
y una boquita,
y unos ojitos
que me miraban,
y me guiñaban.
Y me tocaba.
Y yo reía
cuando tocaba.

...
Yo te miraba
como te miro
todas las noches.
¡mi lotería!

AMOR A MEDIDA

AMOR A MEDIDA

El cariño que te tengo quiero exagerarlo, y alargarlo...
para que tú misma recortes lo que te sobre,
si te sobra,
y que tomes lo que más te guste.
Hazte un amor a tu medida
con los retales de colores que te voy llevando
desde que te conozco.
Supongo que según te vaya conociendo
te amaré con más elegancia.
Más pausadamente,
sin aspavientos.
Pero por ahora prefiero que sobre lo que sea.
No me importa exagerar los trazos
en la pintura de la vida.
Si me pinto con un corazón grande
y unas piernas largas largas
seré más yo mismo
que una fotografía fría de mi cara seria.

VOLANDO

VOLANDO

Hay un campo magnético
que no sé dónde empieza
ni dónde termina
aunque a veces lo siento
infinito, eterno,
generoso como el amor que te mereces.
Es un universo
sólo nuestro
para el que no sirven
las teorías de los físicos.
De pronto
te alejas como un cometa.
O te acercas
otra vez
para decirme
que pronto te alejas.
Una vez cada día
-aproximadamente-
puedo contemplar
una y otra
y otra
y otra,
y otra despedida.
Siempre la misma despedida
deliciosa
que me deja  siempre un vacío
inmenso.
Que me deja siempre una respiración
cortada,
como cuando quiero bostezar
y no puedo
porque tengo miedo
de perderte
en la órbita siguiente.
Pero luego me despierto y te encuentro al pasar
y al pasar nos damos:
un saludo
un beso
o un abrazo estrecho.
Y te digo que te quiero.
Y seguimos volando.

90 KILOS

90 KILOS

Tengo en este planeta
noventa kilos de carne y hueso
que respiran
y palpitan
por tu nombre
y por tu carne y  por tus huesos.

Tengo siempre a mano
noventa kilos de vida
y los llevo
siempre encima
por si quieres
cambiármelos
y utilizarlos.
Tú sabes que te los daría
sin hacer preguntas.
Yo se que en cualquier caso
saldría ganando.

Son noventa kilos que me atan a tu tierra.
Noventa kilos de pereza almacenados en tu espera.
Noventa kilos de emoción a la carrera.
Noventa kilos de cuerpo.
Y nosecuantos de alma.

ESPERA, PRIMAVERA

ESPERA, PRIMAVERA

¿A dónde vas, Primavera?
Aguarda.
Espera.
Que no restallen todavía tus trinos insultantes,
ni tus brillos,
ni tus aromáticos verdores.
No levantes aún la bruma de los montes diáfanos.
Ni contrastes hoy tus colores.
Duerme un poco más.
Pronto llegará el día de tu triunfo apoteósico
y podrás entonces explotar en mil tonalidades.
Pero ahora...
- te lo suplico -
ten paciencia.
No te precipites.
Aguarda.
Espera.
¿Por qué derrochar tanta belleza
si nadie se alegra cuando brotan tus yemas nuevas?
¿No entiendes que si vistes hoy tus galas soberbias
tendré que cerrar los ojos para no odiarte?
¿No has visto que hoy no se lo puedo contar a nadie?
¿No ves que estoy solo?

HABÍA UNA FIESTA...

HABÍA UNA FIESTA...

Como hacen los fuegos artificiales
cuando chisporrotean en el cielo negro
de los pueblos
yo procuraba
encender cohetes
pero me quemaba las manos
y no veía nada
porque ella
lo iluminaba todo.

Ella
estaba
allí
mirándome de vez en cuando,
enigmática
como una presencia mitológica.

Y yo todo lo hacía
para ser
-al menos por un instante-
un reflejo pequeño en el brillo de sus ojos.

Y me sobraba todo:
el amigo,
la sorpresa,
la comida,
la música,
la risa...
porque me faltaba su voz
que llegaba confundida entre las voces odiosas de la gente,
mezclada con otros tonos altisonantes.

Y pues me faltaba su voz
TODO me importaba NADA.

TODO

TODO

Todo lo que he pensado
y todo lo que he hecho
y todas las batallitas
y todas mis canciones
y toda la fuerza que me queda
y todas mis otras pequeñas cosas
y todas las viejas historias familiares
y todo lo que de bueno sin querer hice
y todos los amigos que me quedan a pesar de todo
y toda la fe que me sostiene
y todo lo que tengo o he tenido o tendré
y todo lo que soy o he sido o seré
y todo lo que se o he sabido o sabré.
Todo
me lo voy a jugar.
Todo.
Todo con alegría.
Todo a una carta.
Porque así cuando me toque
- si me toca- la lotería
sere feliz del todo.
Y si no toca...
¡cómo me divertiré
cuando la gente venga
a contemplar mis ruinas!

FUTURO

FUTURO

YO no cambio por nada esta impaciencia
porque me conviene...
No cambio
esta sed que se me sacia,
este eco que me multiplica,
este vacío que me inspira y me llena,
este vértigo que me sublima,
esta espera en que me tranquilizo,
esta bóveda celestial,
este suspiro que me humaniza,
este hambre jugosísima,
este silencio de ceremonia,
esta emoción infantil,
esta gravedad que me importantiza,
esta despedida tiernísima, inabarcable,
esta monotonía eterna,
este hormigueo que va y que viene,

Yo no cambio por nada este futuro
porque,
como todo el mundo sabe,
cualquier tiempo futuro fue mejor.

PERDÓN POR SER ESCORPIO

PERDÓN POR SER ESCORPIO

Eres genial
pero no te gusta que yo sea escorpio.

Siempre lo sospeché:
que nací demasiado tarde...
o demasiado pronto.

Ahora lo comprendo todo mientras chasqueo la lengua.
A deshora estoy en todas partes. Nada me conforma. Porque soy escorpio.
A destiempo ejecuto gestos ininteligibles. Nadie me comprende. Porque soy escorpio.
A contrapie tropiezo. Nunca consigo el equilibrio. Porque soy escorpio.
...Y a tí no te gusta que yo sea escorpio.

El tiempo me tictaquea intentando ponerme al compás
pero mi corazón bombea como un loco, impaciente,
prisionero de su propia imaginación,
siempre a deshora, siempre a destiempo, siempre a contrapie.
Las cosas se me tuercen porque no estoy donde debiera.
Soy un fantasma prematuro, soy una sombra absurda.
¡Soy un escorpio!

Y a tí, naturalmente, no te gusta que yo sea escorpio.
Y lo dices como si te importara.
Por eso
y porque eres genial
y porque creo en la libertad de los cristianos
he decidido
-aunque pienso que no tienes razón... porque soy escorpio-
pedirte PERDÓN.
Perdón por ser escorpio.

URGE DIFERIR

URGE DIFERIR

Que se lo piense bien.
¡Claro que si!
Que sopese, que compare, que depure.

Ella es
en su trono
la reina del “Si”,
la reina del “No”,
la reina del “ya iremos viendo”.
Que no abdique, ¡que reine!

Y tú, pobre juglar, ¡calla!
porque eres parte interesada
en el juicio de la reina
¡calla!
o canta por lo bajo letrillas intranscendentes.
Que nadie moleste
a la reina que medita
en su trono de oro.

Un día llegará en que se pronuncie la sentencia.
Y aún otro día podremos oir la sentencia definitiva.
Hasta entonces guardad silencio.

Hoy, la reina Emeguinda
así lo ha dispuesto
al dictar con gesto enérgico
aquel telegrama que rescatara Papini:
“Urge diferir”.

CONOCER ES AMAR

CONOCER ES AMAR

Tú ya sabes que tengo a veces en los ojos
una tristeza,
y en el alma
una gana irracional de ser luna llena.

Que tengo en las manos
mil trabajos pendientes
y en los labios
siempre
razones exageradas.

Yo bien se por mi parte
que tu risa es como un arroyo
noble como una perla.

Y que nunca tienes prisa
y que me dejas a veces
-por eso doblo la espalda-
el privilegio
de cierta áspera franqueza.

Todo lo hemos de ir conociendo.
Tú y yo. Tú y yo. Nosotros.
Y así cada día,
todo lo hemos de ir amando.

TUS OJOS

TUS OJOS

Tus ojos a veces no me miran.
Se clavan en el suelo.
Lanzan una flor por encima de mis hombros.
Acarician los muebles de la estancia.
Y no me miran.

Pero otras veces se mezclan con los míos
como dos ríos húmedos.
Y se reflejan.
Y se encuentran.
Y se sonríen.
Y hacen las preguntas dulces que tú no te atreves.

Entonces siento un reflejo incierto
y te sigo con la mirada hacia las cosas de la estancia.
Para multiplicar todos los colores.
Para  sentir
cómo dos miradas se multiplican.
Y cómo el mundo se llena de luz.

DESPACIO

DESPACIO

Despacio.
Que pisas un suelo sagrado.
¡Despacio!

Ella duerme
(o tal vez sólo lo finge).

Su respiración
va marcando
un ritmo de solemnidad en el aire.

Sus manos benditas
-¡cuánto bien han de hacer!-
yacen entreabiertas.

Esos ojos cansados
-¡cuánto consuelo no han de dar!-
ahora no reciben.

Y esa voz silente...
-¡qué formas no ha de componer!--
ya verás cuando despierte.

Como una catedral de sueños
se está levantando despacio este espacio
sacrosanto,
como un bosque embrujado,
como un altar en el centro del mundo.

Por eso te lo advierto:
vete despacio.
Despacio.

Y TODO ESTO ME PASA A MI SOLO PORQUE ME FALTAS TU

Y  TODO  ESTO  ME  PASA  A  MI  SOLO  PORQUE  ME  FALTAS  TU

Ni un gesto de asombro, ni una arruga de más quiero derrochar.
Contemplo monumentos admirables entre nieblas escépticas.
Y...

Paseo, inconclusa y llena de andamios, la obra de mi vida.
Quiero que nunca se me acaben de caer las hojas secas.
TODO...

Floto en el vacío de las cosas que se hacen sin pensar.
Estoy incompleto y frío como una estatua abandonada.
ESTO...

Me extravío como un niño entre la gente que pasa.
Arrastro a mi paso dos reptiles extinguidos.
ME...

Se me caen los brazos cuando no los cruzo.
No veré otra vez un verano inútil.
PASA...

Soy tacaño de mí mismo.
Quiero dormir cien años.
A...

Me pesan los párpados.
Camino sin rumbo.
MI...

Pierdo el tiempo.
Pienso en nada.
SOLO...

Río sin ganas.
Vuelo bajo.
CUANDO...

Me canso.
Bostezo.
ME...

Espero.
Divago.
FALTAS...

Oteo.
Miro.
TÚ.

MERECE LA PENA

MERECE LA PENA

Merece la pena la espera si llegas.
Merece la pena.
Y el ansia y la sed y las ganas.
Merece -mitad de mi alma- toda la fe.
Todo el amor.
Toda mi esperanza.
Merece la pena si llegas con el aire,
amiga,
cuando esté abierta la ventana.
También si llegas con el ruido y el dolor
cuando esté cerrada la casa.
Merece siempre la pena la dicha.
La merece el peso que carga.
La merece el frio que pasa.
Merece la pena del gris del día,
de la arruga, de la zanja...
si llegas.
Si cantas.

¡SALVE, CORAZÓN LEJANO!

¡SALVE, CORAZÓN LEJANO!

Que me duelen en el alma
los kilómetros y el aire
tan extraño.

Que me duelen la distancia
el espacio, el tiempo,
la velocidad y la masa.
La curvatura terrestre
que de tí me separan.

De papel soy en tus manos
y en tus labios, ahora,
como el eco de un vacío lejano.
De un dolor leve que fue y ya no es.
De una tonta queja que escribí enamorado,
en Madrid,
a dieciocho de febrero,
con mi mano.

FUGAZ

FUGAZ

Cada vez que te dibujas tenue ante mi esperanza
dejando no se qué seguro escondite,
apenas terminas de perfilarte
y ya te esfumas en el aire que respiro,
o caes como una torre de naipes.

Si vuelve tu nombre a mis labios
mientras contemplo un cielo o una tierra,
no persistes en mis ojos sino que huyes,
y te escapas entre mis manos como agua.

Siempre me sorprendes
y apareces cuando no te espero.
Pero no acudes
si es por tí que velo.

Vas y vienes,
oculta en la densa selva del futuro.
Y te burlas de mi zozobra,
y te ríes de mi memoria.

Me he acostumbrado a saber
que sólo te tengo entera en esos sueños
que anuncian cierto porvenir dichoso.
Y que cada vez -menos etérea-,
acabarás por reinar feliz y triunfante
sobre las ruinas de quien es y será
sólo una sombra que espera.

miércoles, 30 de julio de 2003

NOSOTROS

NOSOTROS

Existe en el futuro
una persona de carne y alma
que no eres tú
ni soy yo.
Que es nosotros.
Que somos nosotros.

Nosotros será en adelante
lo que ahora llamamos “yo”.
Nosotros ha sido varias veces
un brillo en tus ojos,
un hormigueo en mis manos.
Nosotros es un sueño lento.
Nosotros es un mapa del tesoro.
Nosotros es un libro en blanco.

jueves, 23 de agosto de 2001

A LAS ORILLAS DEL SAR

A LAS ORILLAS DEL SAR

A las orillas del Sar
me comí un plátano
y vi la puesta de sol.
Y me supo buenísimo todo
porque venía caminando
desde Cambados
en un día caluroso de agosto.
También me acordé de Rosalía
a las orillas del Sar,
y vi brillar en sus tranquilas
ondas metálicas
la magia de la poesía
que pasa, como pasa el agua
a las orillas del Sar.

jueves, 17 de mayo de 2001

LA VERDAD DE LAS COSAS

LA VERDAD DE LAS COSAS

Me fascina descubrir
la verdad escondida
de las cosas que puedo tocar.
Saber que fue árbol
la madera que vibra en mi guitarra.
Saber que fue cordero
la lana de esta bufanda.

También las cosas que pienso
tienen su historia verdadera.
La historia de cuando dije “Papá”;
la de mi primer insulto,
o mi primer beso;
la historia maravillosa de cierto amor
siempre creciente.

Quiero ser agradecido
y buscar el hilo
de la historia de cada cosa.
Es un hilo de oro que nos remonta
a los orígenes
sencillos y luminosos
del Génesis.

Busquemos el origen de las cosas.
El origen del lenguaje.
El origen de las razas, de los cuentos,
de las flores, del amor, de la vida...
Busquemos el hilo del origen de las cosas
como si fuera un juego.
Al final nos quedaremos
otra vez
sólos y desnudos
a la puerta del laberinto
como en el Paraíso original.
Solos e infantiles,
para dormir sin temor en los brazos
de un Dios misterioso y alegre.

miércoles, 16 de mayo de 2001

ES DIFICIL SER POETA

ES DIFICIL SER POETA

Es difícil ser poeta
y mantener el tipo
cuando silban tantas balas
de plomo vulgar y cotidiano.

Es difícil sonreir al pie del cañón
y poner buena cara
al mal tiempo
cuando se tuercen las cosas.

Es difícil decir
con grandilocuencia
o con sencillez blanca
cuánto me fastidia
no se qué contrariedad.

Pero lo peor,
lo peor de ser un maldito poeta,
es no poder decir “mierda”
si tropiezo con una pata,
renunciar para siempre
a cualquier flatulencia,
tener un prestigio que guardar,
una poética dignidad que mantener.

Quisiera ser poeta
de quita y pon,
de usar y tirar.
Y poder reírme de todos los poetas -yo incluído-
que se creen que se han creido
que son
la voz que sanciona,
el sello que marca.
Y no se dan cuenta que sólo son
un suspiro resignado.
O una mano que espanta moscas,
...en el mejor de los casos.

miércoles, 19 de agosto de 1998

AL ACUEDUCTO DE NOAIN

AL ACUEDUCTO DE NOAIN

Seco estás, grandioso ciempiés inerte.
Como seca está mi Navarra en su Bardena de oro
y en su alma de vieja cristiana.
El agua que cantaba con las mozas en las fuentes de Pamplona
ya no moja tus entrañas frías de piedra musgosa.

Fuiste emblema orgulloso del progreso que, suicida, calma la sed
de sus hijos
y luego los atropella.
Fuiste lo nuevo, la moda,
el hijo de la paz, del orden, el sello generoso del siglo de la luz,
el viento que pasa violento las hojas de la historia.

Pero te hicieron de piedra, amigo,
no de hierro, o cemento.
De piedra, como una iglesia.
¡Te creías el primero y eras el último!
¡tan altanero!

Por eso te dejan en pie
y no te han sepultado los hombres que de tí bebieron.
Porque te hicieron de piedra, amigo.
Como una tumba.
De piedra.
Como un templo.

viernes, 14 de noviembre de 1997

SAN SERAPIO. PATRON DE LA PEÑA MUTILZARRA.

SAN SERAPIO. PATRON DE LA PEÑA MUTILZARRA.

Hijos de Iruña,
niños cantores,
remeros del arga:
Viva San Fermín.
Coros alegres
de saltimbanquis,
locos sensatos:
Hemos estado ahí.

Porque es su fiesta
los Mutilzarras
dan la tabarra
al personal.
Y sin complejos
y sin prejuicios
con sus guitarras
cantarán.

Viva la juerga
Viva la marcha
viva la fiesta
y el pacharán.
Vivan los hijos
de San Serapio
viva el morapio
viva el coñac.

miércoles, 28 de mayo de 1997

QUE TOQUEN LA MARCHA REAL

QUE TOQUEN LA MARCHA REAL

Señor Director: voy a protestar.
Se lo que digo y que tengo razones:
quiero el domingo que vibren sus sones,
quiero que toquen la Marcha Real.

La Marcha solemne que hoy hace un año
brilló por su ausencia en la procesión
del día del Corpus -el jueves de antaño-,
el día en que sale a pasear el Señor.

Bajo palio el Santísimo pasa
como Rey bendiciendo la Ciudad.
Sobre verde hierba, arrodillada,
canta Pamplona aún con piedad.

Y llega esperado el momento final:
cuando el Santo Sacramento vuelve a su altar
y despide el protocolo popular
al Rey de Reyes con la Marcha Real.

Pues bien, el año pasado
ni hubo marcha que escuchar.
Es por eso que sospecho
que nos la quieren quitar.

¿Quién estará sembrando la cizaña?
¿Es que acaso hiere la “religión”
de los siervos de alguna “diosa-Nación”
la música de los Reyes de España?

Sus notas no son de himno patriotero.
¡Pamploneses, que nos quieren engañar!
Que suene, maestro, algo que es nuestro.
Para honrar de verdad al Rey del Cielo
toquen -sin miedo- la Marcha Real.

domingo, 26 de febrero de 1989

NIEVE

NIEVE

Amo la nieve por el silencio que impone
a las ciudades,
    porque todo se vuelve blanco
en su constancia.
    Porque hace de un hueco un hogar.
    Porque obedece la ley de gravedad
pero tranquila y sin prisa.
    Porque sus copos son solidarios
al construir la sonrisa de un muñeco.
    Porque muestra siempre en su espalda
    el rastro del ladrón,
    el rumbo del santo,
    la vida del niño.
Amo, en fin, su pureza...
    Porque cuando oscurece en los caminos
    entonces
deja de ser nieve.

jueves, 16 de febrero de 1989

NOCHE

NOCHE

La luz esconde su rostro
detrás de la tiniebla espesa.
Apenas algún farol
agujerea el negro espacio.
El viento que vestido de silbidos,
arrastra hojas despistadas,
limpia las fachadas
de las calles yermas.

Las nieblas se dan cita
entre árboles serios
y divertidas engañan
a un temeroso peatón que camina
con sus bolsillos llenos... de manos vacías.

Esas pisadas que rompen un charco
             que quiebran algo
             que alertan a otros
son instrumento
que ofrece su ritmo mecánico y sedante
para el hombre que observo.

El ceño fruncido bajo la frente-calva
parece delatar un grave dolor
en su alma...
(Probablemente estropeó su corbata).

¡Pobre filósofo miope!
¡Qué triste y banal haces la noche!